Historia de AMEXME

La Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa (AMMJE) fue fundada en 1965 en la Ciudad de México y, años posteriores, adoptó el nombre de Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (AMEXME). Su creación respondió a los retos que enfrentaban las mujeres en el ámbito empresarial y al interés de integrarse a la red internacional FCEM, liderada por Yvonne Foinant. Entre sus fundadoras destacó Blanca Rosa Álvarez Rodríguez, quien presidió la asociación por más de tres décadas, así como otras líderes visionarias como Elvira Fernández, Livia Vidor y Lilia del Carmen Beltrán. Todas ellas compartían el objetivo de impulsar el liderazgo femenino y abrir espacios de representación para las empresarias mexicanas.

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Su creación se dio en un contexto de transformación social, apenas unos años después de que las mujeres mexicanas obtuvieran el derecho al voto.  A pesar de los avances políticos, persistían barreras económicas y culturales, como la discriminación en el acceso al crédito.

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Durante las décadas de 1970 y 1980, AMMJE consolidó su papel como plataforma de apoyo y empoderamiento. Un momento clave fue la organización del 23° Congreso de FCEM en 1973, celebrado en la Ciudad de México. Este evento, el primero de FCEM en América Latina, fortaleció el intercambio empresarial y cultural, y contó con el respaldo de diversas instituciones nacionales.​​ 

Con el tiempo, la asociación evolucionó y se expandió a nivel nacional, adaptándose a los cambios sociales que permitieron a más mujeres acceder a la educación y al trabajo.​ En la actualidad, AMEXME agrupa a más de 4,500 socias en 14 regiones y 75 capítulos, y es avalada internacionalmente. En 2019, fue ratificada oficialmente por la FCEM como la única asociación mexicana como socia de pleno de derecho de la organización mundial.

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AMEXME continúa su labor promoviendo el liderazgo femenino, el desarrollo empresarial y la equidad, guiada por su Plan Rector 2030, que establece como misión la unidad de la mujer empresaria y como visión ser una organización eficiente, comprometida con el crecimiento económico y social de sus integrantes; además tiene como visión ser una organización eficiente, con integrantes comprometidas en la generación de oportunidades y espacios para el desarrollo de nuevos retos, el crecimiento empresarial, el impulso y empoderamiento femenino en los ámbitos económicos sociales y políticos.